Hoy abandono Transilvania y sus montañas (y las temperaturas "mas frescas" -o mejor dicho: "menos calurosas"-) y me dirijo al sureste de Rumanía.
En un primer momento pensé en bajar a Bucarest, la capital, pero al estar mas al sur y en una llanura, la previsión de temperatura iba a ser de 36 grados por la ola de calor, así que desistí y me quedé sin visitarla (aunque ya la conozco).
En su lugar continué hacia el Este atravesando campos de sembrados totalmente llanos durante varios cientos de Kilómetros donde no se veía ni una sola casa en el horizonte. Llegado un punto, cerca de la frontera con Ucrania, incluso se veían pequeños campos de petróleo, con bombas de extracción basculantes de esas como en las películas. Muy curioso:
Paro a comer en un restaurante de carretera perdido en medio del campo donde sorprendentemente el camarero habla perfecto inglés, y me sirven unos Mici (comida típica Rumana -cilindros de carne picada sazonada y hechos a la barbacoa-) que me saben a gloria (la foto no les hace justicia):
Luego me dirijo hacia el pueblo de Greci, donde Google Maps me indica que hay un camping. El paisaje podria ser el de cualquier pueblo de Castilla:
Al llegar no hay nadie para recibirme, pero al ver que hay gente alojada en los bungalows me quedo por alli paseando una hora...
...hasta que aparece el dueño y sus amigos, que resultan ser supersimpáticos y al verme viajar solo desde tan lejos me invitan a cenar con ellos una barbacoa típica rumana, con cervezas y Palinka (licor típico rumano):
El dueño hablaba francés, y sus amigos inglés, italiano, y un poco de español, asi que entre todos nos entendemos bien y pasamos una velada muy entretenida.