Hoy por la mañana desmonto el campamento y cruzo la frontera con Rumanía.
Lo primero que tengo que hacer es pasar por la ciudad de Craiova (que ya conozco) a saludar a los amigos que tengo alli, ya que no me lo perdonarían sin no lo hiciera (cuando ella hizo su Erasmus en Madrid en mi facultad yo fui su mentor y pasamos mucho tiempo juntos, asi que ya somos casi como familia).
Llego a Craiovs la hora de comer y al ser entre semana les pillo trabajando, asi que paro a comer menú del dia en un restaurante de batalla (con aire acondicionado, eso si), y hago tiepo en el Starbucks de rigor junto a la plaza del Ayuntamiento en obras (en la foto):
Al encontrarme con mis amigos me piden que me quede al menos una noche alli, que me dejan quedarme si quiero en la "casa de fin de semana" que se acaban de comprar.
La casita de fin de semana tiene "casi" todas las comodidades (al estar recien comprada aun les falta el aire acondicionado y el agua caliente -aunque con este calor ducharse con agua fria la verdad es que hasta se se agradece-):
Obviamente no puedo negarme ante su ofrecimiento y, despues de instalarme, me invitan a cenar algo típico (algo parecido al codillo) en un restaurante cercano.
Una pena que sea Lunes y ellos tengan que madrugar mañana para ir a trabajar. ¡Nos recogemos pronto y nos despedimos hasta la próxima!