Todo lo bueno se acaba y mi fin de semana "de descanso" en Sofía llega hoy a su fin. Me ha servido para recargar las pilas despues de 19 dias de viaje. Me hubiera quedado mas pero la carretera me llama, asi que por la mañana recojo un poco el apartamento y me dirijo a devolverle las llaves a mis anfitriones. Al ser Domingo se han ido a pasar el fin de semana a un refugio de montaña. Afortunadamente "la montaña" se encuentra a solo 30 minutos de Sofia, asi que en nada ya estoy alli.
El "refugio" resulta ser mas bien una "casa rural". Les devuelvo las llaves y me quedo a comer una barbacoa con ellos:
Después del café me despido y me dirijo ya a la frontera rumana pasando por el Desfiladero de Isker, que no me parece demasiado "desfiladero" al ser bastante amplio. Lo que si me gusta bastante mas es la carretera que se desvía hacia la ciudad de Montana (¡como en EE.UU.!):
Y mi sorpresa es mayúscula al llegar a la Fortaleza de Belogradchik, ya que es mi última parada turística aqui en Bulgaria antes de entrar en Rumanía y, a mi juicio, es lo mas espectacular que he visto de todo el país:
La fortaleza no está nada mal, pero lo mejor son las vistas que hay desde ella: ¡alucinantes!:
Luego me dirijo a un camping en la frontera en la que solo estamos acampados una pareja Polaca con un 4x4 y yo:
E encargado (un Bulgaro de 60 años llamado Eustasi) se ve que se siente solo y me da conversación durante un buen rato mientras nos tomamos unas cervezas juntos: fue camionero internacional durante 30 años (en los 90 por Iran, en los 2000 llevando lechugas desde Almería...) y por eso habla tan bien español. Ahora vigila el camping y cuida los animales del dueño para sacarse un sobresueldo, ya que con la pensión no llega.
¡Mañana ya entro en Rumanía por fin!