¡Se ve que no podía irme de África sin una avería mecánica! Esta mañana al ir a arrancar la moto he notado que las marchas entraban pero la moto no se movía. Oliéndome la tostada uso mi juego de herramientas para quitar la tapa del piñon y descubro que, tal y como pensaba, en algún momento de mi viaje la arandela de seguridad de la tuerca del piñon del eje de transmisión primaria se ha aflojado, la tuerca se ha caido por la carretera, y el piñon se ha salido del eje. Con las manos ya negras de la grasa me meto en faena y aflojo el eje trasero y la cadena, vuelvo a meter el piñon en su sitio, y tenso la cadena y el eje de nuevo. Ahora puedo circular lentamente e ir en la búsqueda de otra tuerca compatible para poder continuar mi viaje.
Afortunadamente mi anfitrion Hassan se conoce todos los talleres de la zona y me acompaña a varios de ellos (la mayoria cerrados por haber terminado anoche la Fiesta del Cordero) hasta que encontramos una tuerca que ajusta a la perfección. He vuelto a tener mucha suerte (¡como siempre!) y en menos de 1 hora estoy de nuevo en ruta. En la foto, la nueva tuerca (de a saber qué motor de coche despiezado) ya asegurada en su sitio.
Mi siguiente parada es Chefchaouen, una ciudad muy turística por tener la peculiaridad de tener todas sus casas y calles pintadas de azul. Ha crecido muchisimo desde la última vez que la vi (cuando era poco mas que un pueblo), y creo que con todo lo que han urbanizado en sus alrededores ha perdido gran parte de su encanto. Hago una rápida parada técnica para hidratarme y continuo mi camino.
Sigo hacia la costa por el Cañon del rio Oued Laou, una bonita carretera montañosa salpicada de pozas y paredes verticales donde la temperatura ya es mas agradable.
Al final del Cañón llego a la costa Mediterránea, que me recibe con una densa niebla a pesar de ser mediodia. Me paro para ponerme una chaqueta (ya que la temperatura ha bajado considerablemente) y circulo entre la densa niebla unos cuantos kilómetros mas siguiendo la linea de la (invisible) costa sin cási llegar a ver el mar pese a estar a unos pocos metros.
Paso de largo por Tetuán porque mi objetivo ahora es llegar a Sebta (Ceuta en Marroquí), cruzar la frontera, e intentar coger unos de los últimos ferries hacia la península (en caso de no conseguirlo, haré noche allí). Tras una hora de espera en la cola específica para motos de la aduana (tenia unas 15 scooters delante), consigo entrar en Ceuta. Voy directo a la terminal de ferries y afortunadamente quedan plazas para el que zarpa en una hora, asi que compro el billete, me doy una vuelta rápida por Ceuta, y subo al ferry.
A la hora de zarpar ya estamos de nuevo frente al peñon de Gibraltar, lo que significa que estoy a punto de pisar tierra firme.
Una vez alojado en Algeciras salgo a dar un paseo nocturno y a cenar algo. Es la primera vez en 15 dias que puedo estar a las 10 de la noche en una plaza y no ver corrillos de gente, niños jugando, mujeres volviendo de la compra etc. ¡Que tranquilidad y qué silencio!
¡Pero mi viaje aun no ha terminado! El nombre de mi hostal os dará una pista de a donde voy mañana!
?derivatives=360,420,720,1200&width=100%25