Llevaba ya un tiempo pensando en volver a Marruecos (un país que me fascinó cuando lo visité por primera vez en moto, hace ya 12 años) pero por unas cosas u otras al final lo he ido posponiendo y en estas últimas semanas me he dado cuenta de que como esperase mas ya lo tendría que dejar para septiembre como mínimo (por el calor), así que me he liado la manta a la cabeza y me he dicho: ¡para pasar calor en Madrid, mejor me bajo a Africa y lo disfruto directamente en origen! 😅
Asi que estos últimos días los he dedicado principalmente a poner a punto los componentes mecánicos de la moto: sustitución del neumático delantero que con 46.000 Km ya estaba en las últimas (al trasero aún le quedan unos miles y no se si aguantará, ya lo veremos sobre la marcha), cambio de la cadena y corona, limpieza del filtro de aire etc. Cambiar el motor de arranque ha sido con diferencia lo que mas dolores de cabeza me ha dado:
Luego solo he tenido que meter el saco de dormir, la tienda, y demás accesorios de acampada en las maletas laterales... ¡y a la carretera en dirección a Algeciras!
Lo mas destacable de la monotona ruta de hoy por autopista han sido los 41'4 grados cruzando el Puente del Centenario de Sevilla en plena hora punta (menos mal que no había mucho atasco). Luego un último apretón hasta Algeciras y toca relajarse en la playa que tengo frente al hotel que he reservado en el último momento:
Es la primera vez que hago noche en Algeciras (en mi anterior viaje fui directo al puerto a coger el ferry), lo que me permite hacer un poquito de turismo paseando por la playa y viendo corretear a las garcetas con el Peñon de Gibraltar al fondo:
Al caer el sol me siento en un chiringuito a tomarme la que quiza sea mi última cerveza de las próximas semanas y a ojear una guía de viaje sobre Marruecos que he cogido prestada de la biblioteca de mi barrio:
Luego ya de vuelta al hotel a descansar hasta mañana que me acerque al puerto marítimo a ver si pillo algún ferry (voy sin billete: ¡a lo loco!). Lo bueno de bajar a Marruecos en temporada baja es que siempre hay hueco para una moto en alguno de los muchos ferries que cruzan el Estrecho a diario.